¿Estás cansado, triste y apenas puedes concentrarte en tu trabajo? No te preocupes, tras las vacaciones de verano, al menos un 30 % de la población activa sufre o atraviesa el denominado síndrome postvacacional. Si te sientes identificado, sigue leyendo. Hoy repasamos algunas razones por las que es bueno consumir café, entre ellas, recuperar tu vitalidad.
Y es que pocas veces lo pensamos, pero disponer de una máquina de café en la oficina es un activo muy rentable. Porque cada vez más investigaciones constatan que, en cantidades moderadas (de 1 a 3 tazas al día), esta bebida contribuye a disminuir los niveles de estrés y a aumentar nuestro bienestar. Solo, cortado, con leche o en sus distintas modalidades, el café es un antidepresivo natural, restaura nuestro estado de ánimo y refuerza los niveles de atención y concentración. ¿Alguna vez has reparado en una taza de café para “ponerte las pilas” y empezar la jornada con energía? Pues has acertado, porque cuando bebemos café nuestro cuerpo segrega dopamina, serotonina y noradrenalia, neurotransmisores que aceleran la actividad del cerebro y contribuyen al bienestar físico y mental.
Pero además de protegernos de la depresión –una de las principales causas de discapacidad en el mundo según la Organización Mundial de la Salud (OMS)-, no debemos olvidar que es un aliado eficaz para salvaguardar nuestro hígado y hacer frente a ciertas enfermedades neurodegenerativas como el parkinson o el alzheimer. En definitiva, el café es un excelente antioxidante que pondrá el aroma perfecto a tus reuniones de trabajo; por lo tanto, ya no hay excusas para disfrutarlo con una máquina de café en la oficina.
Por suerte, cada vez más estudios dan la razón a los amantes del café confirmando que esta bebida estimulante aporta más beneficios que desventajas. Un hecho que ha convertido en tendencia la instalación de máquinas de café en las empresas ya que, además de crear un ambiente cómodo y confortable, ayuda tanto a los empleados como a los clientes a sentirse como en casa. Se acabó el tener que salir de la oficina para buscar una cafetería en la que esperar colas.


